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impacto de la guerra en los tipos de interés

Impacto del Conflicto de Gaza en los Tipos de Interés del Mercado

Los tipos de interés se consideran indicadores clave de la salud de las economías; sus fluctuaciones tienen un amplio impacto en la toma de decisiones financieras, en la economía en su conjunto y, como no podía ser de otra manera, en la inversión corporativa.

Como consecuencia de la compleja interacción de diversos factores económicos, financieros y políticos, los tipos de interés son dinámicos y están en constante cambio. La observación constante de estos factores es esencial para comprender y prever cómo se moverán los tipos en un momento dado y para mejorar las tomas de decisión sobre las estrategias empresariales a seguir.

En términos generales, los principales factores que influyen el movimiento de tipos de interés son los siguientes:

Factores de impacto en los tipos de interés

  1. a) la política monetaria de los Bancos Centrales; mediante la cual éstos establecen los tipos de referencia.
  2. b) La inflación que afecta directamente las decisiones sobre tipos de los Bancos Centrales; la mayoría tratarán de mantenerla en unos niveles considerados óptimos modificando los tipos de referencia.
  3. c) La situación económica; ya que algunos Bancos Centrales tienen como objetivo evitar su recalentamiento la vía de modificar los tipos de interés.
  4. d) La oferta y demanda de crédito; pues si la oferta de crédito supera la demanda, las tasas tienden a bajar y viceversa.
  5. e) Las expectativas del mercado; si los participantes del mercado anticipan que los tipos de interés aumentarán en el futuro, pueden actuar en consecuencia, lo que podría llevar a un aumento en los tipos.
  6. d) Los eventos geopolíticos, como la guerra en Gaza, tienen efectos indirectos en los tipos de interés a nivel global, ya que influyen en la percepción de riesgo de los inversores, la estabilidad económica, la volatilidad de los mercados financieros y un aumento en la demanda de activos financieros seguros. Sin embargo, los impactos concretos que un evento geopolítico determinado pueda generar, variarán según la magnitud y la duración de ese conflicto, así como otros factores económicos y financieros en juego.

Desde una perspectiva temporal, es relevante comprender las semejanzas y diferencias existentes entre los tipos de interés a largo plazo y a corto plazo, y cómo afectan a diferentes aspectos de la economía y las finanzas.

  • Los Tipos de Interés a Corto Plazo:

Se aplican a préstamos, inversiones o instrumentos financieros con vencimiento a un período relativamente breve como son los préstamos personales, tarjetas de crédito, cuentas de ahorro, depósitos a corto plazo y otros instrumentos financieros con vencimientos rápidos, generalmente de uno a dos años o menos. Se caracterizan por:

– Estar influenciados principalmente por las políticas monetarias de los bancos centrales y la oferta y demanda a corto plazo de dinero en el mercado.

– Ser más volátiles y cambiar más rápidamente en respuesta a cambios en las condiciones económicas o las políticas monetarias.

  • Los Tipos de Interés a Largo Plazo:

Se aplican a préstamos, inversiones o instrumentos financieros con un horizonte temporal más extenso, como es el caso del mercado de bonos y afectan a las hipotecas de largo plazo, préstamos corporativos a largo plazo y otros compromisos financieros de mayor duración, generalmente a 10, 20 o 30 años. Se caracterizan por factores diferentes de los que afectan a los tipos a corto plazo:

– La principal influencia es la expectativa del mercado sobre la inflación futura, así como las tasas de interés a corto plazo, pero también pueden verse afectados por eventos económicos y geopolíticos de mayor alcance.

– A menudo se utilizan como referencia para evaluar la salud de una economía y las expectativas futuras, ya que reflejan las proyecciones de los inversores sobre la economía a largo plazo.

El conflicto de Gaza y los tipos de interés

Precisamente por su efecto en las economías de los países, en los mercados financieros globales y en las decisiones de inversión de las empresas, la guerra en Gaza tiene potencial para impactar en el movimiento de los tipos de interés tanto a corto y como a largo plazo.

Ya hemos visto que la inestabilidad política generalmente aumenta la percepción de riesgo en los mercados financieros. Los inversores pueden volverse más cautelosos y exigir mayores rendimientos para compensar el riesgo adicional que afrontan. Esto podría resultar en tipos de interés más altos a muy corto plazo en determinadas zonas, especialmente los referidos a los que habrá de pagar la deuda pública emitida por países con mayor exposición al riesgo geopolítico que el conflicto genera.

Del mismo modo, a largo plazo y por la incertidumbre geopolítica que supone la escalada del conflicto, los inversores buscarán activos financieros considerados refugios seguros, como pueden ser los bonos del gobierno de países estables. Esto puede aumentar la demanda de inversión en renta fija pública y, a su vez, reducir sus rendimientos, lo que podría llevar a una disminución de los tipos de interés a largo plazo.

Además, el evento puede llegar a generar efectos negativos muy significativos en la economía global si se llegase a interrumpir el comercio internacional, o a afectar el tráfico marítimo en la zona, o a la seguridad de los buques comerciales o, simplemente si se percibiese un riesgo de potenciales ataques a infraestructuras comerciales críticas en la zona. Cualquiera de ellos aumentaría los precios de la energía y generaría mayor incertidumbre económica. En respuesta, los bancos centrales podrían ajustar sus tipos de interés para estimular o enfriar la economía, lo que puede influir en los tipos tanto a corto como a largo plazo en los países de la región más afectados como, llegado el caso de un agravamiento o escalada del conflicto a los tipos a corto y largo a nivel internacional.

En todo caso, la volatilidad en los mercados de acciones y bonos que el conflicto ya genera, de aumentar, puede llegar a provocar que los bancos centrales respondan a esta volatilidad mediante cambios en sus políticas monetarias para mantener la estabilidad económica. Esto podría afectar sobre todo a los tipos de interés a corto plazo.

Como hemos visto, la guerra en Gaza, puede tener efectos indirectos en los tipos de interés a nivel global, ya que influye en la percepción de riesgo de los inversores, en la demanda de activos financieros seguros y en la estabilidad económica regional e indirectamente global. Sin embargo, dado que los tipos de interés son el resultado del mix de una serie de factores económicos y políticas monetarias, el impacto preciso en los tipos puede variar según la magnitud y la duración del conflicto, como también en función de otros factores económicos y financieros en juego. En este momento del conflicto, lo que se puede observar es una:

Incertidumbre sobre la senda de tipos

La perspectiva general que había antes del 7 de octubre, día del inicio del último conflicto en Gaza, sigue prevaleciendo. Todo sigue indicando que nos encontramos en la fase final de la escalada de tipos, con, en el peor de los casos, una última subida adicional por parte de las instituciones con decisión sobre la política monetaria; la Reserva Federal (Fed) y el Banco Central Europeo (BCE), pero también las instituciones similares de otros países así lo mencionan. Sin embargo, en este contexto económico, financiero y geopolítico tan complejo también asistimos a que, tanto en la Fed como en el BCE, existen diversas sensibilidades puestas en evidencia en las declaraciones y minutas de las reuniones que publican estas instituciones. Por todo lo anterior estimamos que, si bien la tendencia general es hacia una desaceleración en el ritmo, si no el final de las subidas de tipos de interés, tales discrepancias dentro de estas instituciones sugieren que todavía existe incertidumbre y debate sobre el camino a seguir.

Subida del precio del petróleo

La escalada de los precios del petróleo, impulsada por el conflicto en Gaza, ha suscitado inquietudes acerca de la seguridad energética y su repercusión en la economía mundial. Esta tendencia al alza en los precios del petróleo, aunque ya se ha notado una cierta moderación desde las subidas iniciales cuando se desató la crisis, está desencadenado caídas en los mercados bursátiles europeos y en Wall Street debido a temores relacionados con un posible agravamiento de la situación en Oriente Medio. Los inversores conectan de forma muy directa la subida del petróleo con la inflación y, en consecuencia, con más subidas de tipos.

Habrá que ver hasta dónde llega la subida del crudo pero, en un escenario en que Irán produce tan solo el 5.2% de la producción mundial y mantiene solamente el 3.9% de las reservas de crudo mundiales, y teniendo en cuenta que EE.UU, como exportador neto de petróleo, puede jugar un papel amortiguador importante en caso de restricciones en la producción por parte de los Países Exportadores de Petróleo (OPEP). Si el alza del crudo no va mucho más allá de los precios actuales, lo previsible es que la inflación, tanto la general como la subyacente se sigan moderando y con ellas se mantenga el escenario pre-conflicto sobre tipos de interés.

Desaceleración de la economía mundial

El conflicto de Oriente Medio tiene un impacto potencial en el crecimiento económico mundial, lo que a su vez podría contribuir a contener la inflación. La inestabilidad y la incertidumbre no son favorables para la actividad económica, y es probable que el aumento del riesgo resultante de la guerra en Gaza afecte negativamente al crecimiento económico a nivel global, pero también es probable que lo haga de forma limitada si no se escala el conflicto. Esta situación se produce en un contexto en el que la economía mundial ya estaba desacelerándose antes del evento; mientras que China lidiaba con su crisis inmobiliaria y Europa enfrentaba el riesgo de estancamiento, la economía estadounidense experimentaba una fase de desaceleración más en forma de un aterrizaje suave que de una contracción brusca. En todo caso, en un contexto potencial de una mayor desaceleración económica, pero con una inflación moderándose, la tendencia de los bancos centrales debería estar más cerca de mantener, si no de bajar los tipos de interés de referencia para ayudar a las economías.

Cautela en los Bancos Centrales

El entorno de incertidumbre derivada del nuevo conflicto en Oriente Medio, hace que sea altamente probable que la Fed y el BCE consideren con cautela cualquier decisión relacionada con los tipos de referencia, para tener en cuenta también la estabilidad financiera, económica y social en medio de la adversidad y no exclusivamente en función de la inflación. Así, dado que en un contexto de conflicto bélico la incertidumbre y la volatilidad en los mercados financieros pueden ser prominentes, es probable que ambas instituciones opten por actuar con cautela en lo que respecta a sus decisiones sobre tipos de interés mostrando cierta predisposición a flexibilizar sus políticas en respuesta a eventos extraordinarios. Si bien cada situación es única, existe el precedente, tras de los ataques del 11 de septiembre de 2001, de bajadas muy significativas de tipos por parte de la Fed con el objetivo de estimular la economía y mitigar el impacto de esos eventos traumáticos. No obstante, respuestas pasadas no aseguran respuestas futuras.

Conclusión

Aunque nadie puede prever con certeza el desenlace de los acontecimientos en Oriente Medio, ni la magnitud que el conflicto podría alcanzar si otras naciones se involucran, consideramos como escenario más probable que el conflicto permanezca localizado en la franja de Gaza y no se propague a gran escala. De ser cierta esa previsión se limitaría significativamente el impacto global de la guerra. En cualquier caso, la incertidumbre provocada por el conflicto está teniendo consecuencias en la economía y en los mercados bursátiles. No se deberían descartar posibles escenarios menos favorables para la economía global.

La guerra ya ha supuesto un aumento de la búsqueda de activos seguros, como el dólar, el oro, los bonos soberanos de alta calidad y los francos suizos, y es plausible seguir anticipando caídas moderadas en los mercados bursátiles, lo que podría dar continuidad a la corrección ordenada que venimos observando desde el pasado mes agosto del 2023. Aunque la incertidumbre en el corto plazo sobre los escenarios posibles del conflicto plantea desafíos para las economías y mercados financieros, es muy probable que el ritmo actual de contracción de la economía continúe y lo previsible es que la inflación, tanto la general como la subyacente se sigan moderando. Anticipamos que el conflicto, en su estado limitado actual, no debería impactar en las políticas de tipos de interés y por tanto asistiremos, tal como estaba previsto, al final de la escalada de tipos, con quizás una última subida adicional antes de fin de año por parte de los Bancos Centrales, que dará paso a una etapa de mantenimiento de los tipos de referencia en sus niveles actuales durante un cierto tiempo.

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